Amigos de El Inquilino. Antes de comenzar, un favor: dejen de llamar cariñosamente a El Inquilino como El Intestino. No es gracioso.
Ahora: Hace unos cuantos días se extendió una cariñosa invitación para asistir al primer viaje de El Inquilino. En un principio se concretaron tres asistentes seguros y se esperó con ansia que el resto de los Inquilinos invitados, al final, decidieran asistir también. En lugar de eso, uno de los tres invitados se hechó para atrás y los dos que quedaron tuvieron que verse las jetas y convencerse de que la pasarían bien.
Así fue.
Bien pensado, llamar a El Inquilino El Intestino, es gracioso. Creo que podría ser un buen nombre para una revista simétrica, en la que las reseñas serían ojetes y críticas y harían pomada a los malos libros que pululan, a los libros mierda.
Pero no lo haremos. Porque El Inquilino cree en la humanidad. Por la misma razón, cuando sale de casa, como se hizo, lo hace con estilo y sólo asiste a fiestas en las que toquen Los músicos de José, Da Punto Beat, haya malabaristas, carpas de circo, una chica a quien los perros la sigan, bailes tribales, y un niño que baile como Michael Jackson y sea ovacionado.
Cholula fue visitado por El Inquilino. Cholula no se dio por enterada. Excepto por una pequeña facción de amigos, Cholula siguió su rumbo. Pero está bien. No esperamos convertir a nadie. Nos movemos con sigilio, poco a poco, como ninjas.
Como ninjas que además comienzan a maquinar estrategias para crear una especie de Liga de la Justicia, con publicaciones hermanas como Primer Frente, El polemista o la que se anime a decir "sí, conozco a esos tipos".
Esos tipejos.
Sigan mandando sus reseñas. Están llegando a cuenta gotas. Pronto haremos una reunión. Se les informará.
Gracias a:
Diego.
Flor.
Rafael.
Chema.
Adriana.
Mauricio.
Gaby (?)
Dos noticias. La buena: por ser los primeros en mandar reseñas, se han ganado una tostadora. El chistín: Pero tendrán que compartirla.
